05 / 03 / 2023

Entrevista I – 100 años de Oropal

ÁNGEL ARRUTI Y JUAN BUSNADIEGO

GERENTE Y DIRECTOR COMERCIAL DE OROPAL DURANTE 35 Y 40 AÑOS
Con motivo del centenario de Oropal, Irurena Group ha realizado una serie de entrevistas a profesionales que, de una forma u otra, han tenido relación con la marca. Profesionales que recordarán su vinculación con Oropal y el devenir de una de las enseñas líder del mercado en su segmento. Los hitos comerciales e industriales se mezclarán con las vivencias personales en una decena de entrevistas con un denominador común: Oropal.

Oropal es la marca de pinturas para industria y decoración de Irurena Group que este año 2023 cumple 100 años de vida. Fue formada por los hermanos Franco en 1923, aquí puedes conocer de forma cronológica su largo recorrido a través del s.XX.

Inauguramos nuestra serie de entrevistas dedicadas a Oropal con Ángel Arruti y Juan Busnadiego, gerente y director comercial de Pinturas Oropal durante 35 y 40 años, respectivamente. Dos personas que encarnan la historia de una marca de pinturas que se enfrentó a grandes desafíos, cambios en el mercado y su propia desaparición a escasos años de convertirse en una de las pocas marcas de pintura centenarias de España.

Angel-Arruti
ÁNGEL ARRUTI
Gerente de Pinturas Oropal durante 35 años | Abogado y Economista
A los 31 años se incorpora a la marca. Una persona muy activa en diferentes ámbitos laborales hasta que decidió frenar y dedicar su tiempo a Oropal y su familia.
Tras la pandemia, escribió “Donosti. Su historia con el aitona 2022”. Un libro editado por el mismo y distribuido por la librería Elkar que recoge la historia de San Sebastián de 1800 y a la que transporta a su nieta durante el relato. La obra tuvo mucha repercusión en la ciudad y sus habitantes. Tanta que, aún hoy en día, sigue recibiendo agradecimientos por parte de los lectores que ponen en valor el haberles dado una lectura tan enriquecedora de la historia de la ciudad.

Juan-Busnadiego

JUAN BUSNADIEGO
Director Comercial de la marca | Ingeniero Químico Metalúrgico
A los 25 años entra a trabajar en Oropal. Provenía del mundo del metal, pero no le costó mucho adaptarse a la comercialización de pintura.

En el transcurso de 40 años, dedicó todos sus esfuerzos no solo a comercializar pinturas, también a la realización de eventos, diseño de envases y publicidad de la marca.

 

Ángel y Juan nos reciben apoyados en la barandilla que bordea el paseo de La Concha. No es un punto de encuentro elegido al azar, ya que uno de los símbolos más reconocidos de Donostia está pintado con el esmalte Orolex 284 Blanco de Oropal.

Previamente, les hemos pedido que nos respondan a algunas preguntas sobre su labor en Pinturas Oropal. Para comprender mejor su labor en un contexto productivo, comercial y laboral distinto al de ahora. Así, nos explican que Ángel era el responsable de la división industrial mientras Juan se encargaba de la división de venta de pintura para obras y distribuidores.

¿Qué significa Oropal para vosotros?
Ángel: Oropal es una parte muy importante de mi vida. No en vano trabajé con la firma prácticamente durante toda mi vida profesional: desde el 1 de mayo de 1980 hasta el 30 de septiembre del 2015. ¡35 años!

Juan: Significa la imagen de una marca a la cual he dedicado 40 años vida laboral. Prácticamente toda mi vida. Tengo amistades, recuerdos y anécdotas para escribir un libro. Mantengo el contacto con clientes de Andalucía, Cataluña, País Vasco, Galicia… No solo telefónico, también vienen a mi casa a pasar unos días de descanso en la ciudad. Y si soy yo quien cae por su zona, siempre paso a visitarlos.

¿Cuáles son los hitos más importantes qué destacaríais de Oropal?
A: Sin duda, los diferentes traslados de su centro de fabricación. En primer lugar, del centro de San Sebastián a Pasajes, después de Pasajes a Urnieta y finalmente de Urnieta a Azpeitia. Habiendo supuesto cada uno de ellos una importante modernización y adecuación a las exigencias del momento. Asimismo, es de destacar, por lo que supuso en la modernización de la gestión, el paso de una sociedad regular colectiva a una sociedad anónima.

J: Cuando me incorporé al equipo directivo de la marca, los propietarios escondían el año de la fundación de la empresa. No les parecía interesante reflejarlo, pensaban que era sinónimo de vejez, de desactualización, que restaría categoría a la marca. Cuando significaba todo lo contrario, experiencia. Pero nos dieron libertad para reflejarlo en envases y publicidad, para ponerlo en valor. Aunque tenían una visión diferente, estaban abiertos al cambio.

En aquel entonces comenzamos una nueva etapa que nos ha llevado hasta nuestros días. Consiguiendo que una empresa modesta, en un mercado complejo, perdure hasta nuestros días cumpliendo un siglo de vida.

 

Fábrica de Pinturas Oropal en Urnieta

 

¿Cómo se ha logrado que la marca haya durado tantos años?
A: Quizás la razón más importante ha sido que siempre se ha priorizado la relación personal con los clientes, existiendo un vínculo muy íntimo. En muchos casos hemos llegado incluso a establecer una relación familiar, lo que ha permitido que la relación comercial se haya mantenido en el transcurso de varias generaciones.

De todos modos, esa política no hubiese dado frutos si no hubiese estado apoyada en una calidad de primera línea de los productos y en la consideración incuestionable de que las necesidades del cliente siempre han sido el núcleo central y prioritario en la gestión de Oropal.

J: Coincido con Ángel. El secreto ha sido la relación con los clientes, que ha sido de mutua confianza y, en algún caso, de verdadera amistad. De conocer hasta el nombre de sus hijos. Íbamos a visitarles y nos llevaban a su casa a comer. Había que suplir con ingenio las demandas de los clientes y contrarrestar las grandes campañas de las multinacionales. Esto se lograba con una atención cercana y totalmente personalizada a cada cliente. Algunas amistades perduran hasta nuestros días, así que no solo era una relación comercial, con el tiempo se convirtió en fraternal.

Era una época en la que la forma de relacionarse con el cliente era atenta y mundana, de tú a tú. En cierta medida, podemos pensar que ha desaparecido esta forma de trabajar debido a la irrupción de la venta online y las redes sociales, pero en empresas como Irurena Group se mantiene este modo de atender las demandas del cliente. Algo que las grandes multinacionales no pueden ofrecer.

¿De qué os sentís más orgullosos de vuestra trayectoria profesional en Oropal?
A: Yo procedía del sector del plástico inyectado. Eso nos permitió penetrar en un mundo muy novedoso y de alto valor añadido en la época como era el pintado de piezas de plástico para el electrodoméstico (tableros de mando, ojos de buey, etc.) y la automoción (volantes, tapacubos…).

Asimismo, esa experiencia anterior nos dio una importante introducción en el mundo de los ascensores (OTIS) mediante el suministro de pintura al agua para baños de inmersión para el pintado de puertas y bloques de motor. Asimismo, en el de los electrodomésticos para el pintado de frigoríficos y lavadoras mediante esmalte electrostático (FABRELEC, FAGOR).

También fue importante la penetración en el sector de las grandes superficies para la fabricación de sus líneas blancas. Le propusimos a Eroski la idea de vender pintura. El modo de lograrlo fue llevándoles el envase ya personalizado para ellos. Pasamos de hacer 200 botes de pintura a 4.000. Trabajar para un gigante como Eroski amplió nuestra producción y nos obligó a cambiar de ubicación la fábrica.

Por último, me gustaría también destacar que desde la dirección impulsamos, sin que hubiese una reivindicación por parte del personal, el cambio de una jornada laboral partida a una jornada continuada que permitiese el desarrollo personal de los miembros de la plantilla en otras áreas ajenas a su actividad laboral. Hace treinta años fuimos pioneros en la implantación de medidas de conciliación, tan en boga hoy en día.

J: En todo momento he tenido libertad para desarrollar los proyectos que se iban planteando. Había que competir con grandes empresas y hacerse un hueco en aquel mercado. Para ello, realizábamos comidas para cerrar negocios en la sociedad gastronómica a la que pertenece Ángel. Los clientes de fuera alucinaban con la cultura de sociedad gastronómica y con la forma de cerrar acuerdos que teníamos en Euskadi.

 

Línea blanca de pinturas Eroski fabricada por Oropal

 

¿Cómo lograsteis el cambio de horario laboral?
A: Aprovechamos el cambio de ubicación de la fábrica a Urnieta para modificar el horario laboral. Hasta entonces era de jornada partida, pero los trabajadores tuvimos la opción de elegir entre un incentivo económico o cambiar a un horario de jornada continua. Optamos por la segunda opción. Gracias a esa acción se pudo crear otro turno de tarde. Aparte de la nueva política de conciliación laboral, con este nuevo turno se incrementaron los beneficios de la empresa.

¿Qué destacaríais del equipo que mantuvo con vida Oropal durante la trayectoria de la empresa?
A: Sobre todo, la ilusión y entrega sin límites, basada en una identificación con la marca como algo muy propio que hacía muy fácil y agradable el día a día. Una motivación extra para ir a trabajar.

Fruto de ese espíritu, es el hecho remarcable de la poca rotación de la plantilla, ya que en la práctica la persona que entraba en Oropal lo hacía hasta el día de su jubilación.

J: Aunque pueda parecer paternalista, la relación en el equipo directivo fue casi familiar. Eran momentos muy delicados y se necesitaba aunar fuerzas para competir en un mercado muy complejo. Con un organigrama bien diseñado y una relación de total confianza, se fueron alcanzando todos los objetivos.
Por aquel entonces no existían los departamentos de marketing, comercial, financiero y exportación. Ellos dos se las apañaban para llevar a cabo las labores que correspondían a cada departamento.

Una anécdota reseñable es la que relata Ángel, Juan apareció un día con los rotuladores de sus hijas y bocetos de diseños para nuevos envases. Con ese modesto material, comenzaron a dar forma a la nueva imagen de marca. Juan se pasaba el fin de semana dibujando y el lunes, en fábrica, decidían qué diseño saldría al mercado.

¿Qué significó Oropal para el mercado en su momento?
A: Una marca puntera a nivel de calidad a la que su pequeña estructura le ha proporcionado agilidad de adaptación en cada momento a las necesidades del mercado.

J: Al final de los años 70, en nuestro país había más de 400 fábricas de pinturas, cuando en Alemania tan solo había 200. De las 400, tan solo estaban dentro de ASEFAPI (Asociación de Fabricantes de Pinturas y Tintas) unas 120. Hoy, las 10 primeras empresas de pintura suman el 45 % de la producción total y se ha reducido el número de empresas.

¿Qué supuso que Irurena continuara con la comercialización de Oropal?
A: Primero, el mantenimiento de la plantilla. Evitar liquidar 26 proyectos personales.
Apostamos por buscar una alternativa. En Irurena Group se creó una sinergia muy buena debido a que el cliente final de sus barnices es muy parecido al de pinturas.

Después destacaría el fortalecimiento de la marca al integrarse en un gran grupo, cuyo mercado final era muy parecido. Por lo que las sinergias comerciales han sido muy fuertes. Y finalmente, hacer posible que este año estemos celebrando el centenario de Oropal.

J: La aparición en escena en 2015 de Irurena Group, interesados en comercializar pintura que complementara la amplia gama de productos que ya fabricaban, fue una gran oportunidad para rematar mi larga carrera y, lo más importante, conseguir que la marca no desapareciera. Y todo ello, conservando el máximo de puestos de trabajo.

Era una nueva línea de negocio para Irurena Group. Hasta entonces solo habían fabricado y comercializado barnices, con Oropal ampliaron su rango de acción a la venta de pinturas.

Para mí, supuso conocer nuevas zonas, nuevos distribuidores y mercados. Fue un trabajo muy duro de dos años, pero guardo un grato recuerdo. Fue la culminación de mi carrera y se logró que la marca no desapareciera.

¿Qué destacaríais del trabajo que está haciendo Irurena Group con Oropal?
A: Irurena Group ha mantenido la atención cercana y personalizada con los clientes proporcionando ayuda en cada proyecto personal y transparencia en todo el proceso. A su vez, ha contribuido a que Oropal vuelva a ser un actor importante dentro del mercado mediante grandes inversiones en recursos de imagen, I+D y red comercial.  Logrando que sea una marca con grandes ventajas competitivas en este complejo mercado.

J: El ensamblaje ha sido perfecto, contagiados de la misma ilusión que siempre nos acompañaron en el cambio. Irurena Group ha conseguido acoger en su seno una empresa veterana, a gran parte de su plantilla y proyectarla hacia el futuro.

 

Juan-Busnadiego-y-Angel-Arruti-en-la-playa-de-la-concha

Gracias a Ángel y Juan, Oropal no desapareció. A escasos meses de su jubilación buscaron la forma de convencer a unos y a otros para traspasar la marca a otro fabricante de recubrimientos. Quizá el más grande de los hitos Oropal, el que hizo que la marca continuará presente en el mercado y ayudó a que hoy estemos celebrando sus 100 años.

OROPAL-100-años-logo

 

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